00:18 ¿Cómo llegaste a Agbar?
He trabajado en Agbar durante casi toda mi carrera profesional, siempre relacionado con temas de I+D, nuevas tecnologías e innovación. De formación soy ambientólogo e hice mi tesis doctoral en metodologías para analizar contaminantes en aguas. A partir de ahí fue mi entrada en el grupo Agbar, donde llevo ya más de 19 años trabajando en temáticas que involucran innovación.
01:00 ¿Estuviste siempre en roles relacionados con la innovación?
Es cierto que siempre estaban relacionados con la innovación, pero al principio eran más especialistas. Comencé trabajando como investigador, relacionado un poco con lo que hablamos sobre contaminantes en aguas, pero desde el departamento corporativo de innovación al final abordamos todos los temas dentro del grupo Agbar.
01:29 ¿A qué se dedica el grupo Agbar?
Es una empresa con más de 160 años de existencia, muy conocida a nivel de España, aunque es cierto que trabajamos con diferentes marcas. Se nos puede conocer como Aguas de Barcelona o Aguas de Alicante, pero es una empresa con bastante tiempo y que forma parte de un grupo multinacional, que da servicio tanto a España como a Latinoamérica.
Nos dedicamos en origen a la gestión del ciclo integral del agua, desde la captación de agua, potabilización y suministro hasta la recogida de aguas residuales, tratamiento y reutilización si es posible. Nos hemos ido ampliando y diversificando a otras actividades relacionadas con el medioambiente, como ingeniería, laboratorios, factor de calidad del aire, servicios para ciudades, etc.
03:06 ¿Cuáles son los retos de innovación que estáis abordando ahora mismo?
Como compañía que trabaja en temas medioambientales, tenemos una serie de retos que son comunes a la sociedad, tanto a nivel de gestión de recursos y cambio climático como a nivel de superpoblación y agrupación en ciudades. Estos retos nos afectan a todos a nivel mundial, y por tanto también afecta a nuestras actividades como empresa que gestiona y suministra el agua, y debemos encontrar soluciones.
Tenemos una serie de retos que son comunes a la sociedad, tanto a nivel de gestión de recursos y cambio climático como a nivel de superpoblación y agrupación en ciudades.
Los proyectos de innovación los solemos enfocar a dos tipos de actividades. En primer lugar, a mejorar los servicios, para que sean más eficientes, consuman menos recursos y reduzcan su impacto en el medio ambiente. Por otro lado, hay proyectos que van dirigidos a crear nuevas líneas de negocio, donde en base a nuestro conocimiento del medio ambiente pensamos en qué nuevos mercados podemos trabajar.
Nuestros proyectos de innovación tienen dos focos: mejora de servicios y creación de nuevas líneas de negocio.
04:41 Dentro de los proyectos relacionados con la eficiencia, ¿cómo soléis desarrollarlos?
Como todas las compañías, en un principio utilizamos recursos internos. De hecho, tenemos un centro de investigación propio con el que trabajamos. Sin embargo, más tarde nos dimos cuenta de que había mucho talento externo y personas con propuestas interesantes, que además poseían visiones nuevas y transversales.
Hoy en día prácticamente no hay ningún proyecto en el que no estemos trabajando con algún socio externo, ya sea una universidad, ‘startup’, empresa o proveedor, con el objetivo de llegar a una solución de una manera rápida y efectiva.
06:02 ¿Cómo es trabajar con un centro de innovación o con una universidad?
Siempre que trabajamos con un socio externo debemos adaptarnos y llegar a un entendimiento común, ya que cada uno tiene sus peculiaridades.
Tradicionalmente las universidades solo tenían interés en que sus trabajadores o investigadores tuvieran proyectos para realizar sus tesis doctorales o publicaciones, y no se preocupaban tanto en que aquello tuviera un impacto real. Esto con los años ha ido cambiando y hoy en día las universidades tienen un punto de vista más orientado al mercado. Al trabajar con ellos ya saben que su principal finalidad es que esa tecnología la puedas llegar a adquirir o licenciar para utilizarla en tus procesos.
Es una colaboración donde ellos nos aportan conocimiento de expertos y nueva tecnología, y nosotros aportamos la visión de una operación real y de lo que busca el mercado. Tener esta relación con el socio que va a comercializar la tecnología es algo que se les pide mucho a las universidades para subvenciones.
08:33 En la parte de nuevos negocios, ¿cómo identificáis estas oportunidades?
Solemos hacer procesos internos de intraemprendimiento, con ideas que surgen dentro de la empresa para abordar nuevos negocios o mercados. Nos basamos en cosas que ya sabemos hacer, como nuestro ‘expertise’ en temas del agua, y buscamos mercados adyacentes con una base en común en los que con una pequeña adaptación y con colaboración externa podamos desarrollar una nueva línea de negocio. Por ejemplo, ahora mismo estamos potenciando mucho el servicio a las ciudades, donde siempre hemos sido expertos en proveer de agua limpia a los ciudadanos y de recoger aguas residuales, y lo hemos extendido a aire, donde controlamos y monitoreamos la calidad del mismo.
Solemos hacer procesos internos de intraemprendimiento, con ideas que surgen dentro de la empresa para abordar nuevos negocios o mercados. Nos basamos en cosas que ya sabemos hacer, como nuestro ‘expertise’ en temas del agua, y buscamos mercados adyacentes.
Al final vamos ampliando a diferentes líneas, en base a nuestro conocimiento y siempre en colaboración con socios externos que nos puedan aportar tecnología y conocimientos.
11:26 ¿Qué modelos usáis dentro de esta innovación abierta o interna para lograr esos objetivos de sostenibilidad?
Apostamos mucho por la innovación abierta, aunque siempre digo que no es solo trabajar con ‘startups’, sino también con centros de investigación, universidades, la administración pública, otras empresas, etc. Al final se basa en conseguir un modelo en el que todos los agentes estén implicados, ya que todos ellos van a aportar a la solución. No hay nadie que conozca una ciudad mejor que el propio ayuntamiento y es el propio ciudadano el que conoce mejor el impacto sobre esta, por lo que son los indicados para participar en este tipo de procesos de cocreación y diseño.
Apostamos mucho por la innovación abierta, que no es solo trabajar con ‘startups’, sino también con centros de investigación, universidades, la administración pública, otras empresas, etc.
En definitiva, la verdadera revolución viene en este cambio de modelo en el que todas las partes tienen que estar implicadas desde el principio y son parte de la solución. No solo la reciben, sino que también ayudan a construirla.
12:48 ¿Cómo se gestionan estos procesos de cocreación y cómo se llegan a materializar?
A nivel de innovación, comenzamos siempre afrontando un problema. Por ejemplo, en la industria del automóvil utilizan muchos baños para tratar los metales y las pinturas. Esa agua contaminada hay que tratarla, ya sea para un proceso de recuperación y reutilización en la planta o simplemente para minimizar su impacto en el medio.
Existe una necesidad, que nosotros sabemos dar solución a nivel de ciudad, y la aplicamos a dicha industria, aunque con ciertas particularidades. Debemos encontrar una adaptación de la tecnología para tratar por ejemplo esos contaminantes, y es cierto que la buscamos por ejemplo en universidades o ‘startups’, que aportan una solución complementaria a la que ya tenemos muy enfocada a esa necesidad. A partir de ahí trabajamos en primer lugar en un proyecto piloto, donde se involucran tanto la ‘startup’ o universidad como el cliente final, y más tarde si funciona bien pueden surgir acuerdos con los proveedores de esta tecnología y con el cliente final.
En ese ámbito podría decirse que trabajamos como una plataforma, ya que al final queremos convertirnos en un integrador de soluciones. Hay veces que existen por ejemplo ‘startups’ con tecnología interesante, pero que les cuesta por sí mismas llegar a clientes finales. Integrándose en nuestras soluciones y utilizando nuestra plataforma pueden llegar mucho más lejos ya que nosotros tenemos clientes consolidados, canales comerciales, etc. No tiene por qué ser algo exclusivo, ya que la ‘startup’ puede trabajar también por su cuenta, pero hay veces que se ha acordado una compra y una integración completa en la empresa.
17:00 ¿Cómo nace este proyecto de ‘startups’ y quién lo impulsa?
Como dije anteriormente, en este proceso de innovación abierta todos los agentes son válidos. Hoy en día hay muchas tecnologías y soluciones transversales, que pueden utilizarse independientemente del sector en el que estés. Esta iniciativa surgió en Barcelona, con empresas tanto nacionales como internacionales, donde se pensó que al tener problemas y necesidades comunes podíamos lanzar un programa de pilotos dirigido a ‘startups’ de forma conjunta, y no como varias empresas por separado, con el objetivo de conseguir un mayor impacto y alcance. Al ser cinco empresas en colaboración con este proyecto existe una mayor posibilidad para estas ‘startups’ de poder obtener un piloto exitoso.
18:34 ¿Crees que es difícil encontrar ‘deal flow’ en el sector medioambiental?
A decir verdad, hay muchas empresas y ‘startups’ que trabajan en el sector. Lo complicado es que a veces hay demasiadas, por lo que es difícil identificar y seleccionar. Hay iniciativas que no están lo suficientemente maduras o que ya tienen acuerdos con otras empresas.
Nosotros buscamos, por ejemplo, en el caso de ‘startups’, aquellas que estén en un punto en el que ya exista una tecnología que pueda utilizarse en casos reales y que pueda casi comercializarse, y que lo único que necesite sea una entrada de dinero para clientes reales. Nosotros no actuamos como brazo inversor, sino como primeros clientes contratando a estas ‘startups’ para una serie de proyectos. Es un modelo de negocio que se conoce como ‘venture client’, que se basa en convertirnos en clientes con un cierto riesgo. Esto es algo que las ‘startups’ agradecen, tanto para poder evolucionar su tecnología como a la hora de obtener inversores.
21:18 ¿Qué ‘feedback’ os han dado estas ‘startups’ después de haber trabajado con vosotros?
En un principio las ‘startups’ se acercaban para obtener inversión, y ante nuestra negativa algunas no lo entendían. Creo que a muchas de estas empresas pequeñas lo que les enseñan es que tienen que buscar inversores y muchas se mueven con esta fijación. Cuando entendieron el valor que les puede aportar un cliente o futuro cliente fue cuando comenzaron a interesarse más por este modelo.
Es cierto que para las ‘startups’ son procesos lentos, como cualquier actividad dentro de una empresa grande, donde se incluye la evaluación de la tecnología, configuración del piloto, ejecución del mismo y evaluación de resultados. Esto nos puede llevar desde un par de meses a un año, dependiendo de la sofisticación de la tecnología.
23:28 Y respecto a esa parte de inversión, ¿cuánto lleváis haciéndolo y cómo es el proceso?
La verdad es que comenzamos antes con este instrumento de inversión que con el modelo de validar. Al final no dejamos de ser una empresa grande que hace un análisis de riesgo antes de realizar cualquier inversión, y no un fondo de ‘venture capital’, por lo que en el proceso de inversión buscamos ‘startups’ en un fase más madura y consolidada.
Veíamos que había oportunidades con tecnología muy prometedora con ‘startups’ que no pasaban estos filtros de inversión, por lo que decidimos crear este instrumento. En un principio se trataba de un acompañamiento de la ‘startup’ hasta un punto en el que nos podríamos plantear la inversión, pero nos dimos cuenta de que el proceso de validación de esa tecnología era lo que precisamente buscábamos y nos servía a nosotros como clientes. Nuestro objetivo es incorporar e integrar nuevas tecnologías y no invertir en ‘startups’ para obtener unos rendimientos económicos más tarde. Algo que hacemos más incluso que la inversión es la propia compra e integración de la ‘startup’.
Este instrumento de inversión sigue activo, pero es cierto que preferimos este modelo de ‘venture client’.
26:04 ¿Cómo generáis esta cultura de innovación dentro de la empresa durante más de 100 años?
Es un reto bastante importante, sobre todo para empresas grandes. Al final somos un conglomerado de diferentes departamentos y no todos estamos al mismo nivel. El departamento de innovación es el que está a un nivel más alto, seguido por el agente desarrollador de negocios y por el departamento que se asegura de las operaciones del día a día. A estos últimos les es más difícil involucrarse y que vean las ventajas de innovar. Nos ha ayudado mucho el integrar ‘startups’, ya que los diversos departamentos que van trabajando con ellas a la hora de hacer pilotos van adquiriendo una mentalidad más flexible e innovadora.
Nos ha ayudado mucho el integrar ‘startups’, ya que los diversos departamentos que van trabajando con ellas a la hora de hacer pilotos van adquiriendo una mentalidad más flexible e innovadora.
Por ejemplo, si una ‘startup’ entra por la vía normal de proveedores, tanto los departamentos de compras y jurídicos les van a poner condiciones que quizás no pueden cumplir. Sin embargo, entrando por esta vía de innovación se buscan contratos mucho más sencillos, menos exigencias que las de un proveedor oficial, pagos más rápidos, etc. Esto nos sirve también de validez, por si en un futuro esa pequeña empresa se convierte en un proveedor oficial o se llega a adquirir. Al haber trabajado ya con ella, tenemos una gran garantía en comparación con una colaboración con una ‘startup’ desde cero.
28:15 ¿Cómo os ayuda el programa de intraemprendimiento a establecer esa cultura de innovación?
Sí. A nivel de intraemprendimiento es cierto que comenzamos un poco con el afán de ideas propias y trabajarlas internamente, pero hoy en día no tiene sentido. Todas las ideas que se inician internamente las acabamos desarrollando con socios externos, en equipos de trabajo, formados por dichos agentes externos, que aportan sus conocimientos de expertos, y los que han contribuido a generar la idea.
Por ejemplo, si fuese una empresa centrada en la ingeniería, para lanzar una idea de un nuevo producto tendría que integrar diseñadores industriales, expertos en ‘user experience’, desarrolladores para la validación del mismo, etc. Te vas dando cuenta de que no tienes todos los conocimientos, y hasta los proyectos de intraemprendimiento puro acaban construyéndose con muchos ‘partners’ como un proyecto de innovación abierta.
30:07 ¿Qué aprendizajes claves te llevas de estos años qué le dirías a tu ‘yo’ de hace cinco años?
Al final, a nivel de innovación, es bastante importante tener una unidad o departamento dedicado a esto. Esto es básico. También es necesario un apoyo de dirección, para que se involucren el resto de compañeros. Y, por último, aunque exista una cierta metodología rigurosa, es importante ser flexible. Cada proyecto y colaboración va a ser diferente, y creo que la manera de agilizar las cosas es tener esa cierta versatilidad, aunque siempre con un guion de trabajo.
Es importante tener una unidad o departamento dedicado a esto, esto es básico. También es necesario un apoyo de dirección y una metodología rigurosa y también flexible.
31:53 ¿Cuál es el proyecto revolucionario con el que estás más orgulloso?
Yo te diría que de lo que estoy más orgulloso es de poder trabajar con diferentes modelos de colaboración. Hemos hablado del programa de colaboración, dónde somos cinco grandes corporaciones trabajando juntas. También estamos trabajando en proyectos con la administración pública, como en Comunidad Valenciana, donde estamos colaborando con una consultora especialista en innovación y la institución pública para traer ‘startups’ internacionales que trabajen la temática de cambio climático y se instalen allí en Alicante. No es una aceleradora al uso, sino más bien buscar oportunidades de negocio a estas pequeñas empresas. Realizamos también pilotos a tres bandas, donde la administración pública es el cliente final. En definitiva, hay que crear nuevos modelos de relación y ser flexibles como dije anteriormente.
33:48 ¿Cuál es tu experiencia trabajando con ayuntamientos y consejerías?
Las administraciones tienen gran interés en que pasen cosas, y no sea algo cosmético sin más, y creo que es algo que los ciudadanos están demandando. Hace años, cuando las administraciones querían apoyar el emprendimiento montaban incubadoras, aceleradoras, espacios, etc. El mensaje que les estamos intentando transmitir ahora es que las administraciones pueden ser también clientes y receptoras de las soluciones de las ‘startups’, sobre todo para soluciones enfocadas a la ciudad. Como todo, hay administraciones más grandes y con mayor capacidad para innovar en comparación con otras más pequeñas que todavía no se han adentrado en este mundo de innovación, pero en casi todas existe ese interés.
35:25 ¿Qué pasos crees que dará Agbar en los próximos años en el ámbito de la innovación?
Dentro de empresas grandes es complicado hacer una estrategia a cinco o diez años, pero es cierto que ahora estamos apostando mucho por soluciones enfocadas a la ciudad, con temas de residencia urbana, estructuras verdes, calidad del aire, etc. Estamos creando una red de centros, llamada Dinapsis, que se trata de centros de operaciones y laboratorios de innovación que trabajan con las universidades, ‘startups’ y administración pública de la zona con el objetivo de reforzar ese ecosistema de innovación, y que al final el que se beneficie sea el propio ciudadano.
Estamos creando Dinapsis, un grupo de centros de operaciones y laboratorios de innovación que trabajan con las universidades, ‘startups’ y administración pública para reforzar ese ecosistema de innovación que sea beneficioso sea el ciudadano.
36:56 ¿Cómo te mantienes actualizado en el mundo de la innovación?
Al final hay que estar abierto y siempre con el radar activado, que incluye asistir a seminarios o foros y básicamente estar muy presente. Por suerte ahora se empiezan a hacer más eventos y ha vuelto el trabajo presencial, algo que echábamos de menos las personas que trabajamos en innovación. También informarse a través de libros e informes es importante, como es el caso de ‘El libro de la Innovación’, escrito por más de 30 especialistas de la innovación, en el que desde un punto de vista de alguien que lo ha vivido recomendamos estrategias de innovación prácticamente desde cero. También es importante hablar con compañeros y compartir experiencias para saber qué funciona y cómo, y en definitiva ser abiertos.